Os presentamos a nuestro 2º hijo, creado con mucho amor desde las estrellas para el mundo 😊
Que incluye la compra cara a cara:
Por aquí os dejo el resumen que aparece en la contraportada del libro Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis. Como cada persona tendrá su propia versión y quiero verlas todas, os voy a dar la opción de hacer la vuestra o, simplemente, dejar vuestra opinión. De este modo todos seguimos creando Polvo de estrellas:
¿Cómo se puede sentir alguien cuando le dicen que le quedan meses de vida? ¿Cómo se concibe la vida a partir de ese momento?
Polvo de estrellas es la emotiva historia de Olga y Alejandro contada a través de una conversación por medio de unas cartas que ella dejó preparadas a modo de instrucciones de vida, para que él las leyera conforme las necesitara.
¿Qué hacer cuando te vuelvas a enamorar?, ¿qué hacer cuando León pregunte por mí? Son algunos de los temas que se abordan durante la lectura.
Esta historia real contiene pinceladas de dolor, amor, sufrimiento y resiliencia de lo que para ellos fueron lección de vida.
Es una cautivadora historia que duele y sana al mismo tiempo y te muestra lo importante que es la vida y ser feliz para morir con una sonrisa eterna y trasmitírsela a los que se quedan.
Y tú, ¿qué harías si supieras que te quedan meses de vida?
¿Cómo se nos ocurrió la idea de Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis?
Al principio de todo, con el diagnóstico inicial de cáncer de mama triple negativo, cuando descubrimos que Olga se tendría que ir en un futuro, no muy lejano. En esos momentos de caos nació la idea de Polvo de estrellas.
Poco a poco, o a toda prisa según se mire, fuimos afianzando ese concepto para hacerlo realidad.
¿Qué hicimos cada uno con Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis?
Esa es una gran pregunta. Cada uno tuvimos nuestras funciones y algunas decisiones fueron tomas por ambos. No penséis que es fácil crear un libro con alguien que está en las estrellas
Olgalex (los dos):
Crear algo que nos permitiera llevar la situación mejor y lograr que la muerte fuera algo bonito y natural. No tenía sentido que si toda nuestra vida juntos era bonita, el final fuera diferente.
Entre ambos creamos el índice, valorando juntos los temas que podría necesitar, cuándo ella no estuviese. Aunque Olga metió alguno de sorpresa
Olga:
Ella eligió tanto el titulo “Polvo de estrellas”, como el subtitulo “El tiempo que me da la metástasis”.
¿Por qué Polvo de estrellas?
Sinceramente, no te lo puedo decir con seguridad, no lo sé. Ella siempre dijo que se convertiría en millones de estrellas y mariposas para estar siempre cerca de nosotros y que la tuviéramos a la vista, ¿puede que venga de ahí?
Dicen que el 97% de nuestro cuerpo está constituido por polvo de estrellas, ¿tal vez sacó la idea de este dato? Estaría guay, ¿no? Sería como un ciclo en el que nos vamos reencarnando.
Olga diseñó la portada con una imagen que encontró por ahí, muy parecida a esta. Evidentemente no podíamos utilizar la imagen que eligió, respetables derechos de autor, así que Vera (Vé Desing) hizo una adaptación buenísima y, además, sustituimos el paisaje por el de un lugar muy especial de Alpuente.
La diseñadora gráfica de la Editorial Círculo Rojo mantuvo la composición original de los textos, dejando a la vista y palpable lo que ella quería mostrar.
Debo reconocer que, ambas, han destacado la gran idea original de Olga.
Para mí fue una gran sorpresa cuando abrí el documento y me encontré con esa dedicatoria. Una de las cosas que introdujo sin yo saber nada, me hizo mucha ilusión.
Si habéis leído Polvo de estrellas ya sabréis todo y lo difícil que tuvo que ser para ella plasmar esas palabras. Creo que hasta que no pasemos por su experiencia, si lo hacemos, no sabremos todo lo que pudo sentir o cómo lo hizo.
No puedo añadir mucho más, el cáncer no nos dio tiempo para hablar de ello.
Alejandro:
Tras terminar el primer manuscrito y decidir que Polvo de estrellas lo debía conocer el mundo entero, me puse a pulir el texto y sin ni siquiera haberlo leído entero, se lo di a gente de confianza y les dije que cada uno de ellos se lo dieran a una persona más.
De este modo se creó el primer grupo de lectores cero. En total fueron 12 personas, 6 conocidas y sabedoras del contexto de la historia y 6 completamente desconocidos para nosotros. Al final recibí el feedback, de casi todos, y con eso me senté frente al ordenador y creé el segundo manuscrito. Obviamente la “chicha” jamás la cambié, simplemente ampliaba o cambiaba las explicaciones para adaptarla a los oídos ajenos.
Con el segundo manuscrito repetí el proceso, pero esta vez se lo entregue a 5 allegados, diferentes al primer grupo, y ellos lo pasaron a 2 personas de su confianza. Repartiendo un total de 15 ejemplares. Tras recibir el feedback le di el penúltimo gran toque.
Evidentemente este paso duró una barbaridad y, mientras pasaban esos parones hasta que volvían las conclusiones, yo me moría por saber qué tal.
Por cierto, muchísimas gracias a todos aquellos que participaron, para mí fue un verdadero placer y con vuestra ayuda, hoy Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis, es una realidad.
La editorial que finalmente se acogió el libro fue Editorial Círculo Rojo. Ellos se encargaron de gestionar todos los pasos necesarios para que Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis viera la luz. Ellas me ayudaron muchísimo, pero me gustaría hacer hincapié en que es una editorial de autopublicación y quienes vamos a tener que poner todas las fuerzas y el dinero somos nosotros, ellos te van a mostrar el camino para alcanzar tu sueño.
En mi caso, además de las editoras de Círculo Rojo, siempre conté con el apoyo de un asesor, ajeno a la editorial, que me guió y acompañó en casi todos los pasos de la edición. Él fue el que me sugirió que la autopublicación, con Círculo Rojo, podría ser una buena opción.
En un primer momento pensé que una editorial convencional sería la mejor opción, quería entregar el libro y olvidarme de jaleos, menos mal que cambie de opinión. Sin duda he disfrutado de cada paso que hemos dado juntos.
Editar un libro como Polvo de estrellas, ha sido una experiencia dura, pero muy satisfactoria.
Sin duda esta parte del proceso era y es fundamental para que no os sangren los ojos con mis millones de errores gramaticales, prometo avanzar en este ámbito. Es cierto que los escritores profesionales necesitan dichos servicios, no íbamos a ser menos. Más allá de que siempre tenemos expresiones propias que solo cuadran en nuestro círculo y, por el resto de lectores, pueden no ser entendidas.
Os voy a contar un poco el proceso de corrección de Polvo de estrellas, ya que me encantó y lo disfruté muchísimo. Desde la editorial me pusieron en contacto con Alicia y yo metí en la ecuación a la asesora externa. Desde el primer momento fuimos el equipo letras de Polvo de estrellas.
Alicia se pegó la primera “paliza” con el manuscrito que le mandé y luego me lo devolvió. Si algún día sale por ahí entenderéis porqué sentí que cobraba poco. Después yo lo revisaba, hacía correcciones con mi licenciatura en risas y sonrisas, e iba añadiendo o eliminando según consideraba Evidentemente, pienso que para todo debe haber dos opiniones, así que luego yo se lo pasaba a la correctora externa, ella lo revisaba y me hacia comentarios. Yo lo volvía a revisar entero y rectificaba lo correspondiente, pasándolo pasándoselo de vuelta a Alicia. Así 3 o 4 veces, no lo recuerdo bien, aunque la asesora se saltó alguna.
La verdad es que puede llegar a ser un proceso duro, muy duro, y es que es la parte de la creación que siempre se puede hacer mejor. Al final desesperas y lo abandonas, debes hacerlo si quieres seguir vivo. Recuerdo que revisando la maquetación encontré algún error más, se podía rectificar, pero sabia que si me ponía a ello sacaría tres mil más. Así que os lo he regalado.
Debo decir que este proceso de mierda se hizo el más divertido y agradable ¿Cómo es posible Alejandro?, seguro que te lo has preguntado, te explico. Los tres manteníamos unas conversaciones por los comentarios del Word increíbles, jamás pensé que corregir podía molar tanto.
Muchas gracias a las dos por vuestra ayuda, para mí le dio mucho valor a la edición y lo hicimos de categoría.
Maravilloso proceso.
Esto nunca lo hablamos Olga y yo, pero creo que me hubiera apoyado muchísimo con esta decisión. La idea de añadir ilustraciones al libro es aplastantemente lógica, no entiendo como no la vimos antes, es la única manera de que León pudiera leer Polvo de estrellas con 4 años.
Me puse a buscar ilustradoras y, de repente, me encontré con Vé Design. Sabía más o menos el estilo que querría, ya que Olga durante su enfermedad se dedicó a explorar la pintura y el lettering, por lo que buscaba algo similar a lo que ella hizo. Le hablé a Vera, después me fije que Olga le seguía y, evidentemente para mí, esa fue una confirmación clara. Era la persona idónea.
Increíble el trabajo de Vera, sobre todo teniendo en cuenta que yo le solté el manuscrito y le dije “léetelo y plasma lo que te trasmitan las palabras que lees”, fin. Luego le hacíamos algunos retoques o le pasaba alguna foto y completaba las ilustraciones. ¿Parece fácil? Pues estuvimos casi mes y medio para lograrlo.
Otra que no ha cobrado lo suficiente.
Quien haya leído Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis habrá visto que es durísimo a la par que enriquecedor. Debo reconocer que a mí no me lo parecía así, nunca me costó leer o escribir lo que pongo en el libro. Contradictorio, ¿no? El caso es que yo escribía a la vez que vivía esas emociones. Hablaba con Olga mientras ponía letras en un ordenador y me parecía tan mágico y bonito. Es muy difícil de explicar, si algún día nos encontramos te lo cuento .
¿Por qué se hizo Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis?
Sinceramente, no vamos a empezar ser políticamente correctos ahora. La idea surgió para cubrir la necesidad de Olga de ayudarme tras su muerte, cuando ella ya no estuviera aquí. Podría haber adornado mucho más, pero creo que no pega con nosotros. Evidentemente, una de las cosas que más le preocupaba era que estuviéramos bien, cuando ella muriera, y necesitaba una solución para conseguirlo. ¡Vaya!, sorpresa, lo consiguió y cómo lo agradezco.
Una vez se puso a escribir, me dijo “Cariño, podrías publicar esto algún día. Si he dado visibilidad y difusión al cáncer de mama metastásico triple negativo, podríamos continuar la historia con tu experiencia en el duelo”. Recuerdo que le dije que sí y ahí se quedó el tema, no sabía ni lo que estaba creando y, tampoco, como lo iba a abordar yo en un futuro. Cuando Olga murió y necesite sus palabras, lo vi clarísimo. Debía plasmar las conversaciones que yo mantenía con ella al leer sus palabras, y enseñarlas al mundo.
Tanto Olga como yo nos hemos encontrado mucha oscuridad en nuestros respectivos procesos, pensábamos que no era tan difícil afrontarlos con una sonrisa y, de ese modo, también ayudábamos a nuestros seres cercanos a tratar nuestras correspondientes situaciones de mierda. ¿Seguían siendo oscuras y una mierda? Claro que sí, pero acompañadas con sonrisas que nos ayudaron e iluminaron durante todo el proceso.
¿Por qué no comunicar nuestra experiencia al resto del mundo? Era una pregunta que, tanto Olga con su proceso y yo con el mío, nos planteamos la siguiente cuestión, ¿Y si conseguimos ayudar a más gente que pase por esto? Para ambos, hacer público nuestros procesos nos sirvió de mucho para conocer otros testimonios y opiniones que, cribando, nos daban herramientas para ayudarnos a superarlo.
Debíamos seguir mostrando lo bonito que es vivir y morir.
Como ya dije por algún lado, la idea surgió al principio del diagnóstico, concretamente cuando fuimos conscientes de que se iba a morir. Para Olga era muy difícil ponerse a escribir, porque debía enfrentarse a lo peor de la muerte que, según ella, era imaginar como sería la vida de sus seres queridos cuando no estuviera con ellos. Por suerte para todos, lo consiguió.
Sabedora de que le quedaba muy poco tiempo por delante para llevar a cabo su idea, comenzó a escribir y desarrollar todas sus partes. Más o menos empezó dos semanas antes de que la metástasis llegara a afectar a su cerebro. Ese hecho es importante porque causó daños graves a sus habilidades e hizo que Olga desapareciera, dejándonos algunos fogonazos de lo que fue, por lo que dejó su manuscrito incompleto, pero acabado.
Desde el minuto cinco a la muerte de Olga recurrí a sus textos, recuerdo que fue tal cual porque mire la hora.
Durante las primeras lecturas tomaba notas y le contestaba de viva voz, ¿cómo no lo iba hacer? Cuando recurrí al libro para ver qué me contaba en el capítulo Cuando el amor de nuevo aparezca, empecé a guardar las conversaciones en un blog y en notas de audio. Me pareció muy interesante dejarme los testimonios de mi yo del presente para que mi yo del futuro pudiera comparar con su yo del pasado la evolución o puntos de vista. Me ayudó mucho. Volví a ver lo que escribí y recordé eso de publicar la experiencia que hablamos mientras ella escribía. Sobre la marcha, cuando leía sus consejos, un mes y medio después comencé mi aportación a Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis.
Olga tuvo unas dos semanas para conseguir traspasar los límites de la muerte, brava. A mí, sin embargo, todo el proceso me ha durado algo más 18 meses.
Sin duda esta es una gran pregunta, aunque creo que todo el mundo debería leer Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis en algún momento de la vida. Todos vamos a morir y todos vamos a perder a alguien. Además, estoy convencido de que os puede ayudar a ser más felices y disfrutar de esos pequeños momentos que ahora pueden parecer insignificantes.
Polvo de estrellas trata de como llegar a la muerte con una sonrisa y trasmitírsela a tus seres queridos. El libro no habla de un cáncer terminal, de los cuidados paliativos, la muerte, el duelo… no. Durante todo el libro hablamos de la vida y la importancia de sentirnos felices con las cosas que hacemos.
Olga se dirigía a mi, eso es verdad, pero sus palabras se pueden extrapolar a otras personas que ya no están aquí, cada uno se las puede adaptar como mejor le venga. Yo lo hago. Cada uno puede necesitar o crear sus propias visiones de lo que hablamos en Polvo de estrellas.
NO TODO EL MUNDO ESTÁ PREPARADO emocionalmente para este libro, lo sé. También soy consciente de que este párrafo no es una buena campaña de marketing, pero debo decirlo. Tal vez en un futuro puedan afrontar esta historia, pero es una experiencia muy dura, aunque también es muy bonita. Creo que tan solo la gente emocionalmente fuerte o aquellos que, realmente, quieren dar un giro a sus vidas para aprovecharlas al máximo están preparados para enfrentarse a Polvo de estrellas, el tiempo que me da la metástasis. Espero que seas uno de ellos
Lo que opinan los que ya lo han leído...
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Me encantaría saber lo que piensas sobre Polvo de estrellas. Además estoy seguro de que a mucha gente le vendrá muy bien saber tu punto de vista o tus sensaciones sobre el libro. Deja tu opinión y cuando pueda la cuelgo. Muchas gracias 😊✨